CAPÍTULO 35. Misión cumplida
¿Cuántas veces he perdido el control de mi vida? ¿En qué momento quise engrandecer el orgullo de los Estados Unidos de América con todas estas deplorables misiones suicidas? ¿Esta felicidad es real? ¿Es para siempre? No quiero volver. Sólo sé… que no quiero volver. Y tampoco dejaré que él lo haga. Más de un año había transcurrido desde que Edith y Ernesto salieron del país para formar una nueva vida juntos… condicionalmente. Si me vuelves a dar un agarrón o a hablar de ese modo, se acabó. Si me vuelves a ocultar cosas y a coger un arma sin que […]