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  • Paradero Desconocido

CAPÍTULO 25. Soy una vigilante

Comisaría de Piltover —¿Qué es ese día que está rodeado en rojo? —Vi observaba curiosa el calendario que había anclado en el despacho de su novia. Por lo general, todas las hojas estaban escritas hasta los márgenes de los quehaceres que la sheriff tenía. Pero el último día de junio estaba rodeado con un bolígrafo rojo, y después ya no había más nada. Levantó el papel para fijarse en los siguientes meses; no había nada señalado hasta dos meses después. Al cabo de un rato giró la cabeza, pero Caitlyn parecía estar sumida en la lectura de una agenda. Sabía […]

CAPÍTULO 24. Vuelta a nuestro hogar

Hospital de Piltover Aquello no fue como la raja que Caitlyn sufrió por el plan de Sevika y Sid. Vi no hubiera podido aguantar ni media hora más, así estaban las cosas. Cuando llegó al hospital, todo el equipo de la sheriff irrumpió en la sala de espera y se plantaron en la sala de urgencias solicitando atención inmediata. Caitlyn tenía la expresión de la cara cambiada desde que le partió del todo el casco a Sevika con la culata, tras tirotearla. Esa zorra había tenido suerte, encima, por robar algo que no le pertenecía. Cuando se sentó, aguardando algún […]

CAPÍTULO 23. La última caza

Caitlyn había sido participante activa de la misión de la pasada noche, por lo que terminar la guardia le costó un auténtico horror. Estuvo dos veces a punto de quedarse dormida, y faltaban vigilantes en los perímetros más lejanos y peligrosos, por lo que tuvo que despertar a unos cuantos más. Cuando el sol por fin comenzó a alzarse y las lejanas campanadas de la iglesia del pueblo sonaron, supo que eran las siete de la mañana. Notaba ruido y movimiento en algunas carpas, ahora era cuando los que habían dormido toda la noche hacían el siguiente turno durante las […]

CAPÍTULO 22. El alcance del shimmer

El sonido de la cremallera de su tienda la hizo ponerse rápido en pie y vestirse el camisón que le habían dejado, aunque la persona al otro lado no entró hasta que Vi le respondió de vuelta. —Sí, adelante. Caitlyn terminó de bajar la cremallera y entró adentro, cerrando tras de sí.  —Perdona, ¿estabas cambiándote? Puedo venir luego. —Qué pregunta es esa. No vas a ver nada que no hayas visto ya muchas veces. Caitlyn se quedó callada, y cuando Vi se bajó los pantalones apartó la mirada. La parte perversa de Vi disfrutaba un poco al comprobar esa inocencia […]

CAPÍTULO 21. Luchando como una vigilante

Una semana más tarde Nuevos indicios de cargamento hextech no autorizado había salido desde Piltover hacia Zaun, con la diferencia de que en esta ocasión, tanto el grupo de vigilantes como de Firelights los tenían vigilados. Caitlyn había insistido en estudiar las posibles rutas desde que uno salía del puente, hasta los territorios que aún no habían explorado ni arrestado a nadie en Zaun. La zona fronteriza en el puente era un punto caliente de enfrentamientos. La sheriff deseaba arrastrar esa posible confrontación a otro lado, lejos del puente; también sabía que cuando los pueblos no eran muy grandes, las […]

CAPÍTULO 20. El camino prohibido

—¿Tienes el plano aéreo? —No hace falta. Me conozco estas calles de memoria—contestó Caitlyn, con un deje de preocupación en la mirada. Movía el índice de una línea a otra, devorando el último comunicado que les había llegado la madrugada previa a su jornada, justo escasos minutos antes de que la sheriff entrara. Los zaunitas con los que Piltover trabajaba codo con codo habían enviado un mensaje urgente advirtiendo de la poca seguridad en ciertos callejones de los barrios pudientes. Ekko hacía hincapié en las coordenadas de su carta, insistiendo en que acababan de confirmar una partida dirigida por secuaces […]

CAPÍTULO 19. Algo que no quiero ver, algo que no quiero sentir

Dos meses después Los meses pasaron. Para Vi, que había luchado todas las horas del día por no decaer en una depresión, se volcó en el trabajo de los Firelights y en sus muchos ratos libres ayudaba al mantenimiento del motel y del barrio. Ambos se habían comprometido con Zaun a intervenir cada vez que había problemas, y había vínculos amistosos con la policía del ala de arriba. Las diferencias habían continuado, pero no como antes. El shimmer, si bien no había desaparecido, se había pulverizado de casi todas las hectáreas de Zaun desde la nueva normativa antidroga que había […]

CAPÍTULO 18. El olor a oso

A primera hora de la mañana siguiente, Caitlyn se personó en el despacho gubernamental que había al oeste del nuevo edificio de reuniones. El hombre que la atendió tenía grandes influencias con familias acaudaladas de la zona y tenía en alta estima a la sheriff por sus grandes logros en una carrera recién nacida, más teniendo en cuenta la corta edad de la muchacha. Era con diferencia uno de sus mayores tesoros, porque Caitlyn además resolvía casos que habían estado mucho tiempo cerrados. La cara de dicho dirigente se volvió pálida cuando la muchcha se desenganchó la placa de sheriff […]

CAPÍTULO 17. Los ojos rosas de la destrucción

—He hecho cosas de las que me arrepiento enormemente. Empezó la mujer, de piel morena, acuclillada frente a una mesa. Tenía las manos cruzadas y casi parecía rezar una plegaria, pero en realidad, aquella postura siempre le había ayudado a meditar. Su cerebro pasó rápidamente recuerdo tras recuerdo todo lo vivido los últimos meses. Había sido lento, pero al mismo tiempo muy intenso. Todo por una causa demasiado grande hasta para ella misma. —Y haré cosas de las que me arrepentiré siempre. Pero son necesarias —se excusaba, moviendo lentamente la yema de sus gruesos dedos sobre la mesa. Sevika frunció […]

CAPÍTULO 16. Un segundo error

Al cabo de una hora, Sevika había vuelto a la parcela de la vivienda de las chicas, acompañada por un pequeño séquito de corceles. Los animales tenían un talante envidiable, una salud mejor que la de cualquier paisano de Zaun, y por los grabados en las herraduras, pertenecían al condado de Piltover donde Caitlyn ejercía su mandato. Aquel detalle de las herraduras no fue pasado por alto por Sevika, hacía falta dinero para gastar en semejante idiotez. Lo comentó a Gabriel y le acrecentó la rabia que ya de por sí le tenía a la chiquilla de mirada celestial. Pero […]