CAPÍTULO 30. El ángel corrompido
Como Eda ya había predicho, todos los integrantes de la compañía Lagoon salieron sin cargos en sus celdas, incluyendo a Rock. Por la parte que tocaba a la propia Balalaika, hubo dos reuniones a puerta cerrada, una con la CIA y otra con la Interpol, donde se debatió, entre otros muchos asuntos, la identidad del «gigante dormido», alias con el que se conocía a la personalidad física que comandaba todas las rutas de droga en el hemisferio norte. Se sospechaba que Balalaika era su más preciada gema en cuanto a contactos, reputación y vías de carga y descarga. Roanapur era […]