• nyylor@gmail.com
  • Paradero Desconocido

CAPÍTULO 21. Luchando como una vigilante

Una semana más tarde Nuevos indicios de cargamento hextech no autorizado había salido desde Piltover hacia Zaun, con la diferencia de que en esta ocasión, tanto el grupo de vigilantes como de Firelights los tenían vigilados. Caitlyn había insistido en estudiar las posibles rutas desde que uno salía del puente, hasta los territorios que aún no habían explorado ni arrestado a nadie en Zaun. La zona fronteriza en el puente era un punto caliente de enfrentamientos. La sheriff deseaba arrastrar esa posible confrontación a otro lado, lejos del puente; también sabía que cuando los pueblos no eran muy grandes, las […]

CAPÍTULO 20. El camino prohibido

—¿Tienes el plano aéreo? —No hace falta. Me conozco estas calles de memoria—contestó Caitlyn, con un deje de preocupación en la mirada. Movía el índice de una línea a otra, devorando el último comunicado que les había llegado la madrugada previa a su jornada, justo escasos minutos antes de que la sheriff entrara. Los zaunitas con los que Piltover trabajaba codo con codo habían enviado un mensaje urgente advirtiendo de la poca seguridad en ciertos callejones de los barrios pudientes. Ekko hacía hincapié en las coordenadas de su carta, insistiendo en que acababan de confirmar una partida dirigida por secuaces […]

CAPÍTULO 19. Algo que no quiero ver, algo que no quiero sentir

Dos meses después Los meses pasaron. Para Vi, que había luchado todas las horas del día por no decaer en una depresión, se volcó en el trabajo de los Firelights y en sus muchos ratos libres ayudaba al mantenimiento del motel y del barrio. Ambos se habían comprometido con Zaun a intervenir cada vez que había problemas, y había vínculos amistosos con la policía del ala de arriba. Las diferencias habían continuado, pero no como antes. El shimmer, si bien no había desaparecido, se había pulverizado de casi todas las hectáreas de Zaun desde la nueva normativa antidroga que había […]

CAPÍTULO 18. El olor a oso

A primera hora de la mañana siguiente, Caitlyn se personó en el despacho gubernamental que había al oeste del nuevo edificio de reuniones. El hombre que la atendió tenía grandes influencias con familias acaudaladas de la zona y tenía en alta estima a la sheriff por sus grandes logros en una carrera recién nacida, más teniendo en cuenta la corta edad de la muchacha. Era con diferencia uno de sus mayores tesoros, porque Caitlyn además resolvía casos que habían estado mucho tiempo cerrados. La cara de dicho dirigente se volvió pálida cuando la muchcha se desenganchó la placa de sheriff […]

CAPÍTULO 17. Los ojos rosas de la destrucción

—He hecho cosas de las que me arrepiento enormemente. Empezó la mujer, de piel morena, acuclillada frente a una mesa. Tenía las manos cruzadas y casi parecía rezar una plegaria, pero en realidad, aquella postura siempre le había ayudado a meditar. Su cerebro pasó rápidamente recuerdo tras recuerdo todo lo vivido los últimos meses. Había sido lento, pero al mismo tiempo muy intenso. Todo por una causa demasiado grande hasta para ella misma. —Y haré cosas de las que me arrepentiré siempre. Pero son necesarias —se excusaba, moviendo lentamente la yema de sus gruesos dedos sobre la mesa. Sevika frunció […]

CAPÍTULO 16. Un segundo error

Al cabo de una hora, Sevika había vuelto a la parcela de la vivienda de las chicas, acompañada por un pequeño séquito de corceles. Los animales tenían un talante envidiable, una salud mejor que la de cualquier paisano de Zaun, y por los grabados en las herraduras, pertenecían al condado de Piltover donde Caitlyn ejercía su mandato. Aquel detalle de las herraduras no fue pasado por alto por Sevika, hacía falta dinero para gastar en semejante idiotez. Lo comentó a Gabriel y le acrecentó la rabia que ya de por sí le tenía a la chiquilla de mirada celestial. Pero […]

CAPÍTULO 15. Desconfianza

Apartamento de Vi y Caitlyn (Zaun) Gabriel no tardó mucho en hacerse notar en la casa de Caitlyn y de Vi. Se acercó una mañana por petición de Sevika con otro plan aún más horrible y frío que el del carro roto. Esta vez no habría daño físico. Pero era mucho más importante que no hubiera fisuras, porque de ello dependía el cambio de visión que Vi tendría respecto a los bandos que distanciaban a Piltover de Zaun. Necesitaban a Vi en su equipo, no en contra. Lo lograrían a como diese lugar. Según acortaba distancias con el extenso jardín, […]

CAPÍTULO 14. Un sangriento toque de atención

Centro de Zaun Una interminable fila de personas se aglomeraba frente a los carros de Piltover, enormes y lujosos. En sus cajuelas había varios vigilantes repartiendo lo que correspondía a cada familia que había hecho hacía unos meses la llamada de socorro. La mayoría eran familias compuestas de cinco o más miembros, y todos se iban con sus carros maltrechos a rebosar de comida, dinero, y un escolta que les acompañaba hasta el banco para no ser robados por el camino. Con eso les daría para subsistir pocas semanas, pero era de agradecer hasta que la nueva ley pacificadora viera […]

CAPÍTULO 13. Primer contacto con los secuaces

Tres semanas más tarde El tren que atravesaba Piltover llegó finalmente a las barriadas más periféricas de Zaun. No importaba cuántas tiendas tuviera el centro, Zaun no había recibido las ayudas prometidas del ala superior a tiempo y la vegetación, en gran medida, volvía a pudrirse por los efectos de los gases contaminantes. El asunto había llegado nuevamente a manos del Consejo. Caitlyn y Vi decidieron actuar juntas después de unas merecidas vacaciones de la sheriff, que había aprovechado para cuidar de su padre en la medida de lo posible tras su despertar. El secuaz de Sevika se encendió un […]

CAPÍTULO 12. El caballo de Troya

Mansión Kiramman Los dos guardias que custodiaban la verja exterior vieron claramente una figura encapuchada acercándose a la casa y dieron la señal de alarma. Dentro, Caitlyn saltó de la cama y se calzó unas zapatillas de andar por casa, envolviéndose en el albornoz largo mientras echaba un vistazo a través del ventanal. El aumentador de sonidos reverberó cerca suya y contestó. Oyó una voz precipitada al otro lado. —Señorita Kiramman, ¿logra identificar a la chica? Quiere entrar al patio, dice que se conocen. —La conozco, pregúntele qué quiere. Su voz viajó por el canal, y la propia Vi fue […]