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CAPÍTULO 11. ¿Qué quieres hacerme ahora?

Casa de Reika Kitami —Nami… dijiste que íbamos a ver la película… —murmuró entre risas nerviosas. Kozono le había dicho que quería ver alguna película bélica que fuera lo más gore posible. Reika le dijo que sólo tenía una peli mala y antigua, pero a los veinte minutos, la otra ya le devoraba el cuello—. Ya te ha aburrido esta peli… ¿verdad? —Yo traeré una que me gusta mucho el próximo día —le susurró sonriendo, retomando los besos y chupetones allí. Reika cerró los ojos . . . — Para desbloquear este capítulo, debes ponerte en contacto conmigo directamente. Puedes […]

CAPÍTULO 10. Forzar una coartada

Kozono nunca se imaginó lo que aquel libro albergaba. Sabía que tenía algo especial, pero no el alcance de sus hechizos ni maldiciones. Invitaba al lector a tener continuos pensamientos intrusivos, algo con lo que Kozono había convivido en muchas etapas de su vida, especialmente de niña, que era cuando había seguido esos turbios dictados mentales y asesinado a varios animalitos. Si estaban indefensos, enfermos, impedidos o en desventaja de algún tipo, el placer era superior. Todos los párrafos estaban traducidos al japonés con la letra de las tres compañeras . . . — Para desbloquear este capítulo, debes ponerte […]

CAPÍTULO 9. Ve a por el libro

—¿Adónde vas, Hiroko? Hiroko paró en seco y movió lentamente los ojos hacia la voz. Se lo temía. Kozono le devolvía una mirada fría desde su coche polarizado, ahora con la ventanilla bajada. Se giró un poco hacia ella y menguó el tono de voz. —Sabes perfectamente adónde voy. Si vienes a impedírmelo, pierdes tu tiempo. Kozono no manifestó expresión alguna, pero Hiroko empezaba a saber por dónde iban los tiros con ella. Y sabía que le repateaba acabar de descubrir que era la persona con la que Kitami había quedado para estudiar… nada menos que en un restaurante caro. […]

CAPÍTULO 8. La dura realidad

Despacho del director Rukawa Kozono, padre de Nami y accionista principal de la Academia, aparte de un mafioso japonés con turbios contactos, estaba en el despacho con su hijo mayor, Hikaru, y el director de la Academia, que era el propio hermano de Rukawa. Éste se llamaba Bey. Cuando Nami entró y vio a su padre, paró de andar. —Siéntate. Hay que hablar. —Tengo clase. Rukawa la miró, girándose del todo hacia su hija muy lentamente. Señaló la silla con el mentón. Ella obedeció, sentándose con la mirada inexpresiva. —He conseguido un nuevo marido para ti. Te casarás el año […]

CAPÍTULO 7. Primera apropiación

Kozono entregó el pelo de Kitami, los papeles firmados y las llaves que había solicitado para el aula subterránea a Hiroko. Ésta pudo preparar su altar allí abajo y decidir cómo iba a llevar aquel negocio con los propios alumnos, pero tratando de llamar la atención lo mínimo posible. Durante aquella semana, Reika había pasado mucho tiempo con Kozono. Tuvo que reconocer que parte de ella seguía desconfiando, pero tampoco podía negar que había algo muy atrayente también… empezaba a comprender por qué todo el mundo perd . . . — Para desbloquear este capítulo, debes ponerte en contacto conmigo […]

CAPÍTULO 6. Un bebé ladrador

Kozono tenía reunión una hora antes de todas las clases con el resto del Consejo Estudiantil. Se preparaban las competiciones a nivel regional de tenis, de fútbol, de baloncesto y de atletismo, y como era de esperar, la Academia Kozono siempre enviaba buenos candidatos. No era la primera vez que alguno de sus alumnos llegaba a las olimpiadas. Kozono vio los informes de todos y cada uno de ellos, y cuando llegó a la ficha de Reika Kitami vio que no era una solicitud de presentación… sino de cesión del club. Hizo una mueca y escondió disimuladamente aquellos papeles. Pidió […]

CAPÍTULO 5. Un pacto verbal

Reika Kitami empezaba a tener problemas para concentrarse en clase. No tenía ánimo para estudiar por las tardes en casa ni en la biblioteca, y había dejado de socializar tras lo ocurrido en las duchas. Para colmo, coincidía en muchas clases con Kozono, lo que le era aún más contraproducente para intentar espantar ese recuerdo. Pero aquella mañana pasó algo todavía peor: alguien había envenenado al cachorro y lo había dejado muerto y pisoteado en la zona donde todas las mañanas ella le daba de comer, y aquello le afectó mucho. Cuando la alarma de fin de clases sonó, Kozono […]

CAPÍTULO 4. Duchas

Los resultados del análisis dieron negativo en todo. Lo que dejaba a Mochida en mal lugar. Significaba que no había ningún estupefaciente que la hubiera hecho actuar así, había sido tratada con tanta rapidez por los médicos que no se podía alegar que los efectos hubieran desaparecido. Junko rogó al director para ser ella misma quien diera parte de lo sucedido a su familia, que no les llamasen ellos. Por el buen trato que habían tenido aquel mes, el director accedió. No se tomarían más medidas. Con apartarla del secretariado sería suficiente, pero estaba advertida: a la próxima conducta de […]

CAPÍTULO 3. Un despido

Cuando Kozono bajó de la limusina volvió a encontrarse con Kitami cerca de la entrada. Estaba acuclillada y le daba de su propia comida al cachorro que siempre venía a aquella hora a mendigar. Le desagradó la comparativa que su cerebro le hizo de repente con aquel chucho pulgoso, dado que Kitami era más atenta con el animal. Pero enseguida desechó aquellas bobadas de su mente y se quedó mirándola… a lo mejor había sido muy brusca con ella. Se notaba a leguas que era más tímida, no había tenido tiempo de conocerla para saber quién era ni el poder […]

CAPÍTULO 2. Primer rechazo

—Chicos, os presento a vuestra nueva compañera de clase. Reika Kitami. Dadle una cálida bienvenida y ayudadla con los ejercicios de las primeras semanas, ya que ha tenido que incorporarse un poco más tarde. Los murmullos entre las filas sisearon a ambos lados de Nami Kozono, con comentarios que ella ya se esperaba. La chica era preciosa, un ángel materializado. Era como si emanara luz de sus facciones. —Me llamo Reika Kitami, es un placer —realizó un educado saludo inclinándose y sonrió mientras se dirigía al pupitre vacío. Los ojos de Kozono la siguieron en cada movimiento. Es guapa, dijo […]